¿Cuándo una prueba tiene buena calidad? Los términos validez y fiabilidad son conceptos importantes a la hora de identificar la calidad de una prueba. Sin embargo, detrás de estos términos hay todo un mundo. En este blog nos limitamos al mayor denominador común. Para más información sobre los conceptos de fiabilidad y validez, véase la explicación de Sluiter, Hemker y Eggen (2018).
Una prueba es fiable si su resultado no se basa en el azar. Este es el caso, por ejemplo, si hay factores perturbadores durante la prueba o errores en las preguntas o en su evaluación. Un test válido mide lo que se supone que debe medir y se ajusta a la finalidad para la que se utilizan los resultados del test. Un ejemplo de la aplicación de este criterio son las preguntas de examen que se ajustan a los objetivos de aprendizaje o de examen formulados específicamente y al nivel en el que se evalúan. Las quejas sobre la validez de una prueba suelen estar relacionadas con el significado que los interesados asignan a sus resultados.
En resumen, una evaluación de buena calidad significa que un candidato que realmente domina la materia aprueba y que las partes interesadas tienen la percepción de que la evaluación es justa. Por lo general, se pueden obtener grandes beneficios con preguntas de examen que cumplan criterios de calidad. Además, cumplir estos criterios suele ser bastante fácil. Por tanto, es importante conocer estos criterios y saber aplicarlos. Los criterios de prueba utilizados se refieren a:
¿Pertenece la pregunta a los objetivos de aprendizaje y evaluación del programa de examen? ¿Se trata entonces también de conocimientos relevantes o de detalles tales que, o bien nadie puede saber, o bien nadie utilizará nunca esos conocimientos? La pregunta debe versar sobre contenidos útiles para un profesional. Un ejemplo: En un examen sobre conocimiento de productos en el sector alimentario, puede ser menos importante saber de memoria el valor nutricional de la mantequilla de cacahuete. De esto, después de todo, lo necesario se puede leer en la etiqueta.
Para estas preguntas, ¿la respuesta correcta es siempre la correcta o hay también situaciones concebibles en las que la respuesta «correcta» no lo es realmente? ¿Se pueden contar correctamente otras respuestas? Una pregunta objetiva no suele dar lugar a debate. Véase el siguiente ejemplo de pregunta no objetiva.
Respuesta correcta: A, B y C
La cuestión es si la respuesta D, naranja, tampoco debe contabilizarse correctamente. Supongamos que la bandera tiene un banderín, entonces es naranja. Puede que la respuesta D no sea la más pertinente, pero tampoco es realmente incorrecta. En cualquier caso, la pregunta puede dar lugar a un debate.
Una pregunta debe estar dirigida de tal manera que alguien que domine el material sea capaz de responder correctamente a la pregunta y alguien que no domine el material no. Así, una pregunta específica diferencia entre candidatos «buenos» y «malos». Véase a continuación un ejemplo de pregunta no específica (abierta).
Respuesta: La teoría de Hersey y Blanchard describe cuatro estilos.
Descripción:
Otras respuestas a discreción del corrector.
El problema de esta pregunta es que está poco enfocada; hay varias teorías y modelos de gestión que se aplican a menudo. Además, no especifica los requisitos que debe cumplir la descripción. De este modo, hay muchas respuestas que deben contarse correctamente.
Para cumplir el criterio de eficacia, es importante limitar la información de la pregunta a sólo la necesaria para responderla. Un ejemplo de lo que vemos a menudo es que el texto de un caso contiene todo el artículo de un diario como información de fondo. El consejo, pues, es incluir esa información no en el examen, sino en el material didáctico. Otro ejemplo es que al incluir una doble negación, el candidato tiene que leer la pregunta varias veces para entenderla bien. Lo mejor es que las negaciones se hagan en negrita o cursiva para que llamen la atención. De hecho, los errores lingüísticos y las construcciones lingüísticas complicadas entran dentro del criterio de «eficacia».
En un buen examen, es importante que triunfe un candidato que domine la materia y que todos los implicados tengan la percepción de que el examen es justo. Los anteriores criterios de calidad de las preguntas de examen ayudan a lograr este objetivo.