Un sistema de gestión del aprendizaje (SGA) y un sistema de software de evaluación son dos cosas completamente distintas. Así que no se puede hacer una comparación porque estaríamos comparando manzanas y naranjas. Por ello, este blog no se centra en las diferencias, sino en las particularidades de un sistema de software clave. ¿Aporta un sistema de evaluación más valor añadido que un LMS?
A continuación destacamos algunas características clave. Estas características tienen que ver con el valor añadido de un sistema de software de pruebas, es decir, las pruebas. Los sistemas de software de pruebas son sólidos como una roca en la evaluación sumativa. Abordamos sucesivamente los siguientes aspectos:
La evaluación formativa es la evaluación sin consecuencias formales, la medición provisional de los resultados del aprendizaje al servicio del proceso de aprendizaje y del desarrollo del estudiante.
La evaluación sumativa
es la evaluación con consecuencias formales, que concluye un itinerario o fase de aprendizaje. Se utiliza esta forma de evaluación cuando se expiden diplomas o certificados o en caso de decisión sobre la posición individual en el mercado laboral. ¿Ha aprendido el estudiante lo suficiente para acceder a la profesión? ¿Han aprendido los empleados lo suficiente para seguir formándose?
La importancia concedida a la evaluación sumativa suele ser mucho mayor que a la evaluación formativa. Por supuesto, un alto interés requiere una realización óptima de los exámenes y una evaluación sumativa de alta calidad sobre los objetivos de aprendizaje, bajo supervisión. Sin embargo, el objetivo principal de un LMS es el aprendizaje con evaluación formativa. Cuando un sistema de software de evaluación se utiliza principalmente para la evaluación sumativa.
Probar la calidad es probar bajo supervisión. Cuando un LMS no está preparado para esta circunstancia, sí lo está un sistema de software de evaluación. Gracias a la supervisión (digital ), la confidencialidad de las preguntas sigue estando garantizada. De este modo, diseñas una pregunta de test no para una vez, sino para repetirla.
Las preguntas de los exámenes de un LMS suelen proceder directamente del temario. El plan de estudios, más que los objetivos de aprendizaje, puede entonces convertirse en guía. El uso de un sistema informático de evaluación fomenta la realización de pruebas basadas en los objetivos de aprendizaje y no en la materia. Al fin y al cabo, el aprendizaje tiene lugar fuera del sistema y la materia no está fijada (digitalmente).
Para el usuario final, tanto un LMS como un sistema de software de pruebas ofrecen opciones de configuración personal, como el tamaño de la fuente o el color de la imagen (para personas con problemas de visión o daltónicos). Una diferencia, sin embargo, es que la recogida a través de un sistema de software de pruebas tiene un plazo verificable que es el mismo para todos. Para medir la perspicacia y el nivel de habilidad, esta presión temporal sí importa. Por ejemplo, la contabilidad. Si eso te lleva una hora más que a los demás, es evidente que no se te da muy bien.
En cuanto a la calidad de la evaluación, mencionamos dos aspectos importantes: el ajuste tras el análisis y la calidad didáctica.
Un sistema informático de pruebas está perfectamente equipado para generar automáticamente datos sobre la dificultad y la calidad de las preguntas de las pruebas. A continuación, puede utilizar estos datos para comprobar si las preguntas del test «van bien» después de realizarlas. ¿Encaja bien una pregunta con el conjunto del examen? ¿Cómo es la fiabilidad? Y, por término medio, ¿cuánto tardan los estudiantes en completar la prueba? Sin mucho esfuerzo, todos estos datos se vuelven reveladores. Dado que un LMS se centra principalmente en el aprendizaje, no suelen ser adecuados para recopilar este tipo de datos.
En la sección de contenidos del sistema LMS, a menudo encontrará tareas de procesamiento y preguntas de comprobación de conocimientos. Muy centrado en (el progreso de) el proceso de aprendizaje/contenido. En cambio, el sistema de software de los tests dispone de una gran variedad de formatos de preguntas, lo que permite crear un test didácticamente sólido. Para cada objetivo de aprendizaje, elija el formato de pregunta que mejor evalúe el tema: opción múltiple, arrastrar y soltar, rellenar los espacios en blanco, pregunta abierta, etcétera.
En resumen: si el objetivo principal es la realización de pruebas, elija un sistema de software de pruebas. Las ventajas son muchas: las pruebas se realizan en un entorno controlado, bajo supervisión y con una duración predeterminada. Además, se potencia la realización de pruebas sobre objetivos de aprendizaje y la calidad de las mismas, sin sacrificar la personalización en la toma, adaptada a circunstancias individuales como la dislexia, la baja visión, etcétera.
¿Quiere saber más sobre el valor añadido de un sistema de evaluación en comparación con un LMS?